Continuamos hablando del mercado del arte en el siglo XVIII como hicimos la semana pasada (ver aquí) y ahora le toca el turno a una de las colecciones de pintura más importantes de la segunda mitad del siglo XVIII, la del académico Bernardo de Iriarte. Personaje culto y buen amigo de Anton Raphael Mengs, Iriarte consiguió con unos modestos medios económicos reunir una verdadera cámara de las maravillas en su residencia madrileña[*].
Bernardo había nacido en el Puerto de la Orotava en 1735 y era el mayor de tres hermanos: Domingo, que llegó a ser un distinguido diplomático, y Tomás, fabulista[1]. El primero en viajar a Madrid, hacia 1750, al amparo de su tío Juan Iriarte, bibliotecario del rey, fue Bernardo y después le siguieron sus hermanos pequeños: Domingo en 1757 y Tomás en 1764. Bernardo entró a trabajar en 1754 como ayudante de su tío en el Diccionario latino-castellano y castellano-latino. El círculo intelectual en el que se movía su pariente hizo que éste entrara en las tertulias literarias madrileñas, conociese a eruditos y visitara las casas principales del Madrid de la época, formándose así en uno de los ambientes más selectos que había en España.
En 1756 fue enviado a Parma para regresar dos años después como oficial de la Secretaría de Estado y del Despacho, de la que su tío era oficial traductor. En 1760 le destinaron esta vez a la Embajada de Londres, en la cual permanecerá catorce meses regresando en octubre de 1761. Es por esas fechas que llegaba a la Corte de Madrid el pintor Anton Raphael Mengs, quien influirá decisivamente en el gusto de algunos ilustrados, entre los que se encontrará Bernardo de Iriarte.
Los siguientes años serán los de su fulminante ascenso profesional y cultural, siendo nombrado miembro de número de la Real Academia Española, en 1763; honorario de la Real Academia Sevillana de Buenas Letras y caballero pensionado de la Real y Distinguida Orden Española de Carlos III, en 1772; académico de honor de la Real Academia de San Fernando, en 1774; Consejero de capa y espada en el Consejo de Indias, en 1780; viceprotector de la Real Academia de San Fernando en 1792; y en 1802, con 67 años, fue jubilado de ministro del Real y Supremo Consejo y Cámara de Indias.
Debió ser en las décadas de los años 60 y 70, una vez asentado ya por completo en Madrid y comenzando a ejercer su influjo sobre su gusto artístico Mengs, cuando Bernardo de Iriarte debió iniciarse en la adquisición de obras de arte[2]. Su sueldo, más los de sus dos hermanos harían posible que éstos pudieran comenzar a comprar obras en un mercado madrileño plagado de ventas y almonedas, como ya hemos tenido oportunidad de estudiar (ver aquí). Asimismo, en 1771, fallecía su tío Juan, dejando todos sus bienes a Bernardo como único heredero, entre los que se sabe que ya había alguna obra artística, como el retrato de Lope de Vega que se conserva en la actualidad en el Museo Lázaro Galdiano (nº inv. 08058). Aunque la mayor parte de las obras de los hermanos estarían adquiridas en Madrid también conocemos que Domingo realizó compras mientras vivía en el extranjero. Así 1782 adquirió en Viena dos cabezas de filósofos consideradas de Ribera que procedían de la almoneda del príncipe Eugenio y que habían sido adquiridas por un particular «que gusta más de dinero que de Quadros; y yo los he rescatado»[3]. Estas palabras ponen de manifiesto el especial interés de Domingo en la recuperación de pintura española durante sus viajes[4].
De acuerdo con una carta de su hermano Tomás, fechada el 8 de enero de 1776, en la que describía la casa familiar de la calle de Leganitos, la colección de los Iriarte estaría ya en esencia formada: «Sus paredes en más de siete quartos / Se visten, no de rasos exquisitos, / sino de muchos ingeniosos partos / De Artífices peritos / en Grabado y Pintura»[5]. La obra principal de las que poseían en ese momento según la opinión de los tres hermanos sería el autorretrato de Mengs que éste regaló a Bernardo y que se encontraba rodeado «De un conjunto copioso y escogido / De quadros de Vandick, Murillo, Güido, De Cerezo, Jordan, Velazquez, Cano, / Los dos Coëllos, Vinci, y el Ticiano. / Sus obras lucen Verones, Carreño, / Pereda, Peterneef, Salvator-Rosa; / Luce el Bosco su idéa caprichosa, / Y el Greco su extrambótico diseño»[6]. Pintores, principalmente españoles, flamencos e italianos, que estaban representados en diversos géneros como el retrato, la pintura de historia, los bodegones, los paisajes o los cuadros de montería.
Los Iriarte, ufanos de la colección que habían conseguido atesorar enseñaban su casa con gusto a visitantes y viajeros. Así su morada fue alabada por Wilhelm von Humboldt que en su estancia en Madrid en 1799 guardó especial recuerdo de «un San Juan Bautista de Cerezo»[7].
Pero es a través de la visita realizada en 1798 por Nicolás de la Cruz y Bahamonde a la casa de la calle de la Cruzada que será la que ocupe Bernardo tras la muerte de sus hermanos -Tomás falleció en 1791 y Domingo en 1795- y su matrimonio con Antonia Sáenz de Tejada y Hermoso en marzo de ese año[8], viuda de su amigo Pedro Escolano de Arrieta, secretario del Rey y escribano de Cámara, la que más datos nos aporta sobre el conocimiento de la colección:
«[Colecciones de particulares]. Entre los particulares, la casa del camarista D. Bernardo Iriarte contiene una buena colección de pinturas. En quarto del despacho hai un quadro de Vandik con las figuras de Turena y Condé: otro de Ticiano con las del gran Duque de Alba, y la Panadera: y la Virgen de Pereda, de que habla Palomino, hecha para enviar a Roma: en la segunda sala se ve el sacrificio de Abrahan que se dice del Guercino: un retrato del duque del Infantado de Murillo: otro del duque de Santistevan hecho por Jordan; este célebre pintor vino con dicho duque de Napoles donde acababa de ser Virrei. Un quadrito apaisado en tabla que representa el descenso del Señor al seno de Abrahan: se ven baxo de un arco las almas que esperan y una encima que ya está con el Salvador; un poco distante se figuran los fuegos y suplicios infernales con multitud de figuras en diferentes actitudes; es un bello pensamiento de Breughel. La sala principal contiene un excelente retrato de D. Juan Francisco Eminente, de Murillo: otro de Felipe IV por Velazquez; ambas figuras del natural. El gabinete de los pies de la sala tiene una Venus que se cree de Leonardo de Vinci, tamaño del natural; una Diana de Jordan: es raro el quadro grande que representa un monumento sepulcral con los atributos de las artes, ciencias y dignidades. El gabinete ochavado encierra un retrato de Mengz hecho por él mismo: dos retratos de los fundadores de la caridad de Sevilla, por Murillo: otros quadros pequeños y borroncitos del mismo: vistas de Peternef &c. En otros dos gabinetes hai muchos retratos de profesores, entre ellos los de Diego Velazquez y Bartolomé Murillo que se dicen hechos por ellos mismos: hai otro de Pantoja pintado por Velazquez: el retrato del célebre Lope de Vega pintado por Cano: otro retrato de ese pintor hecho de su mano: otro del P. Maini por Tristan; y otro de Pompeyo Leoni: hai una copia mediana del retrato de Miguel Angel. Es Bueno el S. Pedro que se ven en el segundo de estos gabinetes que se cree de Murillo imitando a Ribera. En otra sala la muerte de Meduza se tiene por de Jordan. En otra pieza hai un quadro largo que representa un puesto de aves, una mujer que vende y un hombre que compra; fimado Alexandro Loarte 1626. En otra estancia se ve un quadro grande firmado Montero, que representa Noe con otras figuras: y otro de Andrea Bacaro. Tiene también un gabinete de estampas y una buena librería […]»[9].
A falta de un inventario de las pinturas de don Bernardo de Iriarte esta es la relación más completa que conservamos, ya que en ella se hace referencia a la posesión por parte del prócer canario del retrato de Anton van Dyck que representaba Mountjoy Blount, Earl of Newport y Lord George Goring[10], uno de los autorretratos de Giordano y un retrato que realizó al Conde de Santisteban del Puerto[11], el retrato de Nicolás Omazur, uno de los fundadores de la caridad de Sevilla, pintado por Murillo[12], al igual que un magnífico caballero de cuerpo entero, o La Gallinera de Alejandro Loarte.
En 1802 Bernardo de Iriarte cayó en desgracia y se decidió jubilarle de ministro del Consejo y Cámara de Indias, con el sueldo entero y honores de plaza, pero con la obligación de que debía salir de Madrid y residir fuera de la Villa[13]. Ante el temor de que pudieran embargar sus bienes don Bernardo decidió ceder su colección de pinturas, el 2 de septiembre de 1802, a su esposa Antonia Sáenz de Tejada, cesión que se confirmó y ratificó en su testamento redactado el 9 de marzo de 1810: «Confirmo y ratifico aquí la cesión a dicha mi mujer de la colección de pinturas formada por mí cuando me jubilé de la plaza del Consejo y Cámara de Indias, obligándome a salir de Madrid y sufrir pérdidas incalculables, transcendentales a los bienes de la propia señora. Entonces tomé el partido de adjudicar la dicha colección de cuadros para que la sirviese íntegro, extendiendo con fecha de dos de septiembre de mil ochocientos dos una memoria a cuyo contenido me refiero, con prevención de que se tenga y sea como parte integrante del presente testamento cerrado»[14]. Desafortunadamente, la relación de las pinturas a la que se hace referencia no ha sido localizada, no constando tampoco en el «Ymbentario y tasacion de los vienes que han quedado por fallecimiento del Yllmo. Sr. Dn. Bernardo de Yriarte del Consejo de S.M»[15].
El 20 de septiembre de 1802 Iriarte y su esposa otorgaron un poder en favor de Francisco Durán y Lladó, conserje de la Real Academia de San Fernando, y hombre de confianza de Iriarte para que pudiera dirigir y administrar sus rentas y bienes mientras que ambos se instalaban en la finca que éste poseía en Burjasot (Valencia)[16], y a los dos días, el día 22 salía un anuncio en la prensa en el que se anunciaba que «en la calle de Fuencarral, casa inmediata a [la iglesia de] los [padres] Agonizantes, se halla de venta una colección de pinturas de Mengs, Murillo, Ti[e]polo, Caballero Máximo, Jordán, Salvador Rosa, el Greco, Francisquelo, Conrado, Carreño, Pereda, Camilo, Carlos van Loo, Arellano, y de otros diferentes»[17]. Éste seguramente hacía referencia al intento de venta por parte del matrimonio de algunas de las obras de su colección para así conseguir dinero en efectivo. No obstante, con ello no desapareció su ingente colección artística y las mejores piezas fueron reservadas y almacenadas en Madrid, aunque algunas obras de importancia salieron en ese momento como el retrato del conde de Santisteban realizado por Giordano[18].
En 1803, desde su exilio valenciano, Iriarte reanudó su actividad coleccionista adquiriendo algunos cuadros en Málaga, Antequera y Valencia. No obstante, no parece que fueran muchas sus compras en este tiempo. En 1809 manifestó públicamente su opinión política de que Madrid debía rendirse ante Napoleón y a partir de ese momento se le considero entre los afrancesados. Tras la derrota de Napoleón, Iriarte y su esposa marcharon a Francia y se instalaron en Burdeos. Allí falleció Bernardo el 11 de julio de 1814[19]. La heredera de todos sus bienes como había quedado estipulado en su testamento de 9 de marzo de 1810 fue su esposa dejando a esta la casa de la calle de la Almudena número 1, y la colección de pinturas, mientras que a la sobrina de su esposa, María del Rosario Lázaro Sáenz de Tejada, «a quien hemos criado y considerado como hija propia nuestra la suma de veinte mil reales de vellón»[20].
Tras el fallecimiento de Iriarte su mujer regresó a España y fijó su residencia en Madrid. Poco a poco fue vendiendo algunas de las pinturas que su marido le había legado. Así sabemos que entre 1816 y 1818 el coleccionista Tomás de Verí compró un Adán y Eva que consideraba repetición de la pintura de Tiziano por 9.000 reales, el cuadro de Las Gorgonas, de Luca Giordano, por 3.000 reales y el retrato del secretario de Felipe IV, conocido como el Judío, pintado por Murillo en 8.000 reales[21]. No obstante, las obras más destacadas de la colección como el retrato doble de Van Dyck o el retrato de Tiziano del Gran Duque de Alba seguían reservados y su valor iba en ascenso según quedaban cada vez menos piezas a la venta.
A principios de la década de 1820 don José de Madrazo adquirirá a la viuda de Iriarte 54 obras, las cuales conocemos con detalle ya que en el catálogo de pinturas de Madrazo realizado en 1856 se explicita la procedencia de algunas de las colecciones importantes en las que este fue componiendo su impresionante colección artística. Posiblemente, estas fueron las últimas obras que doña Antonia vendió antes de marcharse a vivir a Bremen (Alemania), donde falleció. Su heredera, su sobrina Rosario Lázaro y Sáenz de Tejada, venderá a través de tres subastas, una en Londres en 1827 en la que se ofertaron tan sólo tres cuadros[22], y dos en París en 1841[23], con más de 40 pinturas, y 1842[24], con cincuenta lotes, el resto de las obras que habían conformado la galería de sus tíos.
NOTAS
[*] Este artículo está basado en el magistral texto de Javier Jordán de Urríes titulado “El Coleccionismo del ilustrado Bernardo de Iriarte” publicado en la revista Goya 319-320 (2007), pp. 259-280.
[1] Sobre la biografía de Bernardo de Iriarte véase: Eric Beerman, «Un canario de la Ilustración en el Consejo de Indias: Bernardo de Iriarte», IX Coloquio de Historia Canario-Americana (1990), Las Palmas, 1992-1993, pp. 489-505; Javier Jordán de Urríes y de la Colina, «El coleccionismo del ilustrado Bernardo Iriarte», Goya. Revista de arte, 319-320 (2007), pp. 259-280; y Matías Díaz Padrón, «Van Dyck: el retrato del Conde Newport y Lord Goring de la Newport Foundation identificado en la colección del prócer canario Bernardo Iriarte, miembro del Consejo de Indias, Ministro de Agricultura, Comercio, Navegación y Posesiones de Ultramar», Anuario de Estudios Atlánticos, 59 (2013), pp. 793-839.
[2] Jordán de Urríes 2007, op. cit., p. 262.
[3] Emilio Cotarelo y Mori, Iriarte y su época, Madrid, 1897, p. 229.
[4] Jordán de Urríes 2007, op. cit., p. 265.
[5] Colección de obras en verso y prosa de D. Tomás de Yriarte, Madrid, 1787, t. II, p. 67, epístola VII y Jordán de Urríes 2007, op. cit., p. 262.
[6] Colección de obras en verso y prosa de D. Tomás de Yriarte, Madrid, 1787, t. II, p. 68, epístola VII.
[7] Wilhelm von Humboldt, Diario de viaje a España 1799-1800, ed. y trad. de M.Á. Vega, Madrid, 1998, p. 87.
[8] Doña Antonia aportó al matrimonio veintisiete pinturas, la mayoría de tema religioso, las cuales se conocen con detalle gracias a la carta de dote que se encuentra en el AHPM, Protocolo 21241, fols. 276r-286v, en Jordán de Urríes 2007, op. cit., pp. 274-275.
[9] Nicolás de la Cruz y Bahamonde, Viage de España, Francia e Italia. Tomo Decimo: Que da noticia de todos los payses de la carrera, desde Yrun hasta Madrid, describiendo las cosas mas notables de la Corte, Cádiz, 1812, t. X, pp. 568-571.
[10] Matías Díaz Padrón, Van Dyck en España, Barcelona, 2012, vol. II, pp. 544-548, cat. 72 y Díaz Padrón 2013, op. cit.
[11] Sobre éste y otro retrato de Santisteban con su familia hizo referencia el propio Bernardo de Iriarte en sus apuntes al Diccioniario histórico de Ceán Bermúdez, en donde señalaba que «Poseo uno de los varios [retrato de Giordano] que tuvo el Conde de Santisteban y un borrón grande del mismo Conde de cuerpo entero con una hija suya acompañándole la Aya y de otros domésticos. Al pie se advierte el retrato del propio Jordán». Luca Giordano y España. Catálogo de la exposición, Madrid, Patrimonio Nacional, 2002, p. 155.
[12] Enrique Valdivieso, Murillo. Catálogo razonado de Pinturas, Madrid, 2010, p. 569, cat. 420.
[13] Jordán de Urríes 2007, op. cit.,p. 269.
[14] AHPM, Protocolo 21693, fol. 487v. Véase también Beerman 1992-1993, op. cit., p. 499.
[15] AHPM, Protocolo 21694, fols. 90r-105r.
[16] Jordán de Urríes 2007, op. cit., p. 269.
[17] Diario de Madrid, 22/09/1802, p. 1072, en Jordán de Urríes 2007, op. cit., p. 269. La venta probablemente fue gestionada por el comerciante Juan de Goyeneche que por esas fechas vivía en el número 14 de la calle Fuencarral, justamente enfrente de los Agonizantes.
[18] Jordán de Urríes 2007, op. cit., p. 279, nota 79.
[19] Beerman 1992-1993, op. cit., p. 501.
[20] AHPM, Protocolo 21693, fol. 487v y 488v. Véase también Beerman 1992-1993, op. cit., p. 501.
[21] Marqueses de Ariany y de la Cenia y Antonio Ayerbe, Cuadros notables de Mallorca. Principales colecciones de pinturas que existen en la isla de Mallorca. Colección de don Tomás de Verí, Madrid, 1920, p. 93 y Jordán de Urríes 2007, op. cit., p. 271.
[22] Pictures from Spain. A Catalogue of a Magnificent Collection of Pictures […] Gallery of Count Altamira […] from Madrid, Londres, 1827, pp. 3, 6 y 8. Véase Jordán de Urríes 2007, op. cit., p. 272.
[23] Catalogue d’une riche collection d’objets d’art et de haute curiosité […] Une collection de bons tableaux espagnols et italiens, dont un portrait remarquable de Philippe IV, roi d’Espagne, par Vélasquez; plusieurs Tableaux par et d’après Wateau et Lancret. Ces tableaux proviennent de la galerie de don Bernardo de Yriarte, à Madrid […], Paris, 1841.
[24] Catalogue d’une vente d’anciens tableaux, dont plusieurs de l’école espagnole, provenat de la succession et de la galerie de Don Bernard d’Yriate [sic], de Madrid […], París, 1842.
Fantástico. Podrías hacer un artículo sobre el escultor de cámara de Carlos IV, Pedro Michel. Realizó abundante obra en marfil y mármol. Fue primer premio en 1752 de escultura en la Academia de bellas artes de San Fernando. El premio consistía en una medalla de oro de 8 onzas. Y fue académico de mérito y director de escultura de la Academia de Bellas Artes de San Fernando.
Me interesaría saber más sobre su obra en marfil, además de las 5 medallas que le dió en 1778 a Carlos IV
Gracias
Hola Antonio!!
Gracias por tu interés. Lo pondremos en la lista de temas para próximos artículos.
Un saludo!