Legado por el titiritero Gonzalo Cañas al Ayuntamiento de Madrid, el teatro fue creado por el valenciano Antonio Plá en los años 40, alberga diez escenarios diferentes en los que 35 actores policromados, tallados a navaja, son movidos por un único motor y un complejo mecanismo de poleas.

     En las primeras décadas del siglo XX se hicieron populares los teatros mecánicos compuestos de pequeñas figuras animadas que se movían gracias a un engranaje de poleas. A las figuras, dispuestas a modo de dioramas o cajas de escenario, les acompañaba música, convirtiendo a la barraca en un espectáculo de entretenimiento para toda la familia.

     El actor, guionista, escenógrafo y titiritero conquense Gonzalo Cañas en el año 1992 adquirió al feriante murciano José María Simó, la barraca Hollywood que anteriormente se había llamado Pabellón Artístico, el teatro de autómatas más antiguo que se conservaba en España.

“Yo no tenía ni idea de autómatas, ni había visto nada semejante en mi vida. El mundo de los autómatas, no estaba, ni siquiera dormido, en mis proyectos, pero el día que lo vi en una feria de pueblo, me asombró”. Gonzalo Cañas

     Este teatro había sido construido por el valenciano Antonio Plá en los años 40 y se encontraba en mal estado de conservación. Fue Cañas quién recuperó sus 35 personajes uno a uno, restaurando algunos él y llevando otros a restaurar a un taller de un artesano italiano.

El teatro de autómatas durante su instalación en el patio del Conde Duque en las navidades de 2018. foto propia

     Tras el proceso de restauración llevó su teatro mecánico de gira por toda España y parte de Europa. Por desgracia Gonzalo Cañas fallecía en octubre 2012 dejando escrito en su testamento que su teatro fuese donado al Ayuntamiento de Madrid.

El Teatro de Autómatas en Segovia. Fotografía de la web: teatrodeautomatas.com

El Teatro de Autómatas en Segovia. Fotografía de la web: teatrodeautomatas.com

Un espectáculo de entretenimiento de principios del siglo XX

     Nada en este teatro es casual, todo su engranaje se pensó para animar al visitante, y sorprenderle. Los ritmos cubanos de los años 40 nos hacen dirigir la mirada hacia la figura de la bailaora ataviada con un vestido de estilo tropical que junto a cuatro músicos animan al visitante a entrar a este espectáculo.

Foto propia

     Una vez dentro, se disponen diez escenarios diferentes en los que 35 actores programados, tallados en madera a navaja y policromados, son movidos por un único motor y un complejo mecanismo de poleas.

La solterona en uno de los dioramas del teatro de autómatas. Foto propia

     En los dioramas se representa escenas costumbristas y satíricas de la España más castiza con personajes de la época de los años 20 y 30 como la bailaora, la solterona, la vedette, el peluquero, o el mago.

El Molino rojo en uno de los dioramas del teatro de autómatas. Foto propia

Y ahora olvidado en un almacén municipal

     El teatro pudo verse en las navidades de 2011 en el Patio del Conde Duque, tras esa exhibición quedó almacenado en un hángar del Teatro Circo Price hasta que en el verano de 2018 supimos por la prensa que, tras una enmienda del grupo socialista municipal, se había comenzado a restaurar de nuevo.

La casa. Fotografía de Diario Madrid

     La restauración realizada, con un coste de 75,000 euros, propició que el Teatro de Autómatas pudiese verse de nuevo en funcionamiento durante las navidades de 2018 en el Patio del Centro Cultural Conde Duque.

     Hace algunos días sabíamos de la mano de la concejal socialista Mar Espinar que el teatro de Autómatas había sido olvidado de nuevo y que se encontraba en un almacén de la EMT. Fue la edil quién llevaba el caso a la Comisión Ordinaria de Cultura ya que la razón por la que esta joya histórica se encontraba relegada en un almacén era que una de las piezas del camión sobre el que se asienta la estructura del teatro no había pasado la ITV de abril y por consiguiente no se le había renovado el seguro (ver articulo en prensa).

     Desde aquí quisiéramos instar al consistorio a mimar y tomar en cuenta este rico patrimonio. Parece que no se dan cuenta de la riqueza que este teatro de autómatas atesora, es el único en su especie en funcionamiento y a pesar del paso de los años y el avance de la tecnología todos los que lo ven en funcionamiento disfrutan como lo hacían nuestros abuelos.

El peluquero y la clienta en uno de los dioramas del teatro de autómatas. Foto propia

     Hemos sabido que se baraja la intención de trasladarlo al Circo Price o bien instalarlo en un nuevo camión para mantener su carácter itinerante.

     Este teatro como patrimonio cultural que es merece ser conservado, exhibido y dado a conocer como se merece, ha de estar en un lugar adecuado protegido de los factores ambientales, vigilado y exhibido correctamente. Madrid dispone de los suficientes equipamientos culturales como para alojarlo, hay museos y centros culturales donde podría ubicarse, no creemos que el Teatro Circo Price cumpla con estas características.

     Desde este blog esperamos que se tome la mejor decisión y esperamos que TODOS los ciudadanos podamos disfrutar del legado que Gonzalo Cañas quiso que pertenecise al patrimonio de los madrileños.

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