Así, al contemplar la ciudad encaramada sobre su promontorio y abrazada por esas gargantas que el Tajo ha tallado en la roca, un poeta de la corte podía exclamar con justicia: Toledo está por encima de cuanto se dice de ella. Dios lo ha adornado como a una novia, ciñendo su cintura con un rio parejo a la Vía Láctea y coronando su cabeza con ramas como estrellas”.

Autor anónimo musulmán, siglo XIII.

     Toledo, ciudad amurallada, estaba construida en un lugar estratégico para su defensa. Se consideraba inexpugnable, hasta que el 6 de mayo de 1085 es tomada por Alfonso VI. Desde ese momento, Toledo hará de puerta para el asalto y reconquista de los reinos musulmanes. La ciudad cuna de la España visigoda y bastión importante de los musulmanes, después de la reconquista era un crisol donde se mezclaba lo mejor de las tres culturas: judía, árabe y cristiana. Tras la conquista las capitulaciones de los cristianos fueron liberales, y todos los habitantes pudieron conservar sus bienes y religión. Contribuyeron a esta tolerancia los diferentes monarcas: Alfonso VI, Alfonso VII (que se hizo llamar el “emperador de las tres religiones”) y Fernando III.

Civilates orbis terrarum de Braun and Hogenberg Publicado en 1572.

Civilates orbis terrarum de Braun and Hogenberg, publicado en 1572.

     Durante todo el siglo XII, Toledo se mantuvo como bastión cristiano, protegida por una fina línea entre ella y Andalucía. Ante esta situación de gran tensión, la ciudad se había ido empobreciendo progresivamente, monasterios e iglesias habían ido vendiendo sus posesiones poco a poco, y la ciudad se había vuelto más militar. En estas fechas, no se llevaban a cabo empresas constructivas importantes, tan sólo se acometieron trabajos de adaptación y reforma de algunos edificios religiosos, como mezquitas o iglesias anteriores de rito mozárabe, para adaptarlas al nuevo culto cristiano latino.

     Finalmente en 1212 llega la paz, tras ser ampliada la frontera 200 kilómetros hacia el Sur. Tras esta primera victoria, se suceden las conquistas, en 1236 cae Córdoba, en 1246 Jaén y en 1248 finalmente Sevilla. En 1252 sube al trono Alfonso X el Sabio, un rey de gran cultura, pero muy pobre políticamente. Su sueño de ser nombrado emperador le costó mucho dinero, y causó graves disturbios en el reino. Tuvo que hacer frente a revueltas nobiliarias y más tarde a tensiones políticas por su sucesión. Sin embargo, es en este momento cuando llega a su máximo apogeo la colaboración entre las tres culturas, impulsada por el monarca. Toledo va a ser el lugar donde se establezca un vínculo entre oriente y occidente, y donde traductores toledanos popularicen obras clásicas griegas y latinas que permiten el desarrollo de las universidades europeas, ya que las bibliotecas de Europa no poseían más que migajas del saber antiguo.

Alfonso X en el Prólogo del Códice Rico de las Cantigas de Santa María.

Alfonso X en el Prólogo del Códice Rico de las Cantigas de Santa María.

     A la vez que se dio un impulso a la cultura, la situación armónica y de paz, propició que se comenzaran a construir edificios y iglesias. Buen ejemplo de ello, es la Iglesia de Santiago del Arrabal, templo que nos recibe tras entrar en la ciudad por la puerta de la Nueva Bisagra y que es conocido como la catedral mudejar de Toledo. La actual iglesia de Santiago del Arrabal se cree fundada hacia 1246-47 por el destronado rey de Portugal, Sancho II. Lo que está claro es que en 1265 el templo estaba ya construido, ya que el epitafio más antiguo de la iglesia es de esta fecha.

     Se cree que posiblemente antes de esta construcción existiría otra iglesia que habría sido fundada por Alfonso VI, para satisfacer las necesidades de la población de la zona del arrabal que no tenían parroquia, después de la reconquista de Toledo, hacia 1088 aproximadamente. En 1125 aparece citada por primera vez, en un documento mozárabe y en esa fecha se cree que es posible que ya existiera la torre.

Torre de la Iglesia de Santiago del Arrabal. Fogo: Wikimedia Commons.

Torre de la Iglesia de Santiago del Arrabal. Fogo: Wikimedia Commons.

     El contínuo asedio al que estuvo sometido Toledo durante casi dos siglos, provocó la ruina de muchos de sus templos (cristianos, judíos y musulmanes…), por lo que se cree que estando casi en la ruina la iglesia de Santiago del Arrabal, los Caballeros de Santiago decidieron reconstruirla, con el apoyo económico de Sancho II.

Retrato de Sancho II de Castilla en el "Compendio de crónicas de reyes del Antiguo Testamento...". Biblioteca Nacional de España.

Retrato de Sancho II de Castilla en el “Compendio de crónicas de reyes del Antiguo Testamento…”. Biblioteca Nacional de España.

     En esta restauración se daría la imagen que hoy tenemos del templo. Se creó una iglesia en ladrillo y mampuesto de tres naves con triple ábside, influencia de el mudejar castellano, que llevó a Toledo los modelos de construcción románica. Los ábsides exteriormente no son redondeados, sino que son poligonales, adaptando así la construcción al ladrillo. Este será un rasgo típico del mudejar toledano. El crucero de la iglesia está muy marcado tanto en planta como exteriormente. Y al exterior está rematado con unos frontispicios escalonados, que también se repiten para remontar la mayor altura de la nave central, tanto hacia la cabecera como hacia la puerta principal. La torre se cree que era un antiguo alminar, en el que posteriormente en el siglo XIII se añadió el cuerpo de campanas, por eso estaría la torre aislada de la iglesia. Al interior sorprende su goticismo, con altas arquerías apuntadas que dan gran esbeltez al conjunto. El crucero está cubierto con cinco bóvedas baídas, mientras que las naves se cubrieron con techumbre de madera de par y nudillo.

     En el siglo XVIII las cubiertas de madera de la iglesia se cubrieron con una bóveda de yeso barroca, y con el paso del tiempo en sus ábsides se instalaron retablos de diferentes estilos que tapaban buena parte de la decoración de arquerías interiores. También su exterior se vio transformado, y el ábside fue enlucido, no dejando traslucir su maravillosa decoración de arquerías. Como dijo Leopoldo Torres Balbás:

Durante los siglos XVII y XVIII, siglos de profunda decadencia toledana, se tenía a gala ocultar, con ayuda del yeso y tras inexpresivos revestidos lisos, la riqueza decorativa con que el mudejarismo generalmente engalanó la ciudad medieval”.

     A principios del siglo XX, hacia 1917, un grupo de personas, guiadas sobre todo por el párroco de la iglesia D. José María Campoy, y con el apoyo económico del Cardenal Guisasola, comenzaron la restauración del templo, y descubrieron la antigua techumbre de madera que estaba oculta tras el falso techo. En el año 1940 gracias a un plan de restauración para recuperar casas y monumentos dañados durante la Guerra Civil española, se derribaron una serie de casas que tapaban las fachadas laterales de la iglesia, y así se pudo contemplar en toda su grandeza la iglesia.

Imagen de una de las fachadas laterales de Santiago del Arrabal. Foto: Wikimedia Commons.

Imagen de una de las fachadas laterales de Santiago del Arrabal. Foto: Wikimedia Commons.


     Las restauraciones llevadas durante los últimos años de la década de los 90′ y principicios del siglos XXI tanto en tejados, vigas podridas de la techumbre, el asentamiento de la torre que amenazaba con caerse, humedades y resquebrajamiento de algunos de sus muros, junto a la resutación de su retablo principal han hecho que la iglesia vuelva brillar, aunque normalmente está cerrada al público y no es fácil visitar su interior. Esperamos que esta situación pueda arreglarse para que todo el mundo pueda disfrutar de la conocida como catedral mudejar.

Vista general de Santiago del Arrabal.

Vista general de Santiago del Arrabal.


 

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