Este fin de semana hemos vuelto al Museo Arqueológico Nacional. Después de su deseada reapertura habíamos ido a visitarlo, pero la enorme masa de gente que durante varias semanas invadió el museo hizo imposible poder disfrutar de él en plenitud. Es muy probable que otros puedan disfrutar de la experiencia museística rodeados de multitud de personas, pero nosotros somos de los que nos agobiamos y no podemos estar delante de una vitrina con 200 personas…

Lujo

     El caso es que este fin de semana pensamos que ya había pasado suficiente tiempo después de la reinauguración y que el ambiente estaría más calmado. Obviamente había gente, mucha más que cuando era un museo decimonónico y podías pasear por las salas desiertas, pero las amplias salas del nuevo arqueológico te permiten no sentir agobio cuando hay una masa normal en su interior y la observación tranquila y en soledad de las obras maestras.

     La experiencia fue fenomenal. Nosotros que siempre vamos con la lupa en los museos y nos quejamos del frío excesivo o el calor, las luces con demasiados luxes o en tinieblas, las cartelas excesivas o la ausencia de ellas y los suelos resbaladizos o llenos de agujeros, en esta ocasión solo pudimos quedar gratamente sorprendidos. Todo en el MAN está cuidado al detalle y se nota que han hecho un museo para albergar la colección que ya poseían. Mimando cada pieza y dándole su lugar exacto a cada uno de los objetos para que éstos no pierdan significado y se complementen con el resto de los exhibidos en la sala. Lo cierto, es que el MAN se ha convertido en un ejemplo de lo que un Museo de este tipo deber ser, a la altura de otras grandes instituciones como por ejemplo el Museo de Bellas Artes de Boston o el Metropolitan de Nueva York, museos en los que tanto el edificio como el montaje de las obras están en función de las piezas que albergan, sin olvidarse por ello de tener una arquitectura atractiva y en ocasiones espectacular.

     Es por ello que hay que felicitar a Frade Arquitectos por haber creado un museo que consigue aunar la exhibición perfecta de las obras con la comodidad para el público que lo visita, incluyendo a aquellas personas con deficiencia de movilidad o visuales. Conceptos que deberían estar presentes en toda remodelación o nuevo museo, pero que no son tan habituales de encontrar. ¿En cuantas ocasiones en este país se han creado museos en los que luego es imposible colgar obras por que hay carencia de paredes, o cuyos muros curvos lo dificultan?

     Es por ello justo que igual que criticamos también alabemos todo lo bueno que se ha hecho en el MAN y que esperamos que sirva de ejemplo a otras instituciones:

  • La realización dentro del proyecto de espacios arquitectónicos específicos para ubicar ciertas piezas de gran tamaño como artesonados, mosaicos, portadas arquitectónicas…
  • La contextualización de piezas a través de la recreación de escenarios, ya sean estos fotográficos, arquitectónicos o escenográficos.
  • La creación de unas vitrinas limpias y claras, sin exceso de cartelas, y en las que cada pieza complementa el discurso de la compañera. Con luces suaves y perfectamente enfocadas a las obras.
  • Presencia de zonas didácticas en las diferentes plantas del museo dónde se puede ver el proceso de creación de ciertas obras como puntas de lanza o se permite tocar relieves o vasijas cerámicas para comprobar como están hechas. Todas estas áreas resultan de gran importancia para personas con deficiencias visuales, acercándoles también a ellos el museo.
  • Utilización de los espacios de luz natural, es decir los grandes patios abiertos que han sido cubiertos con cúpulas de cristal, para la ubicación de obras que no se dañan con ésta y de grandes dimensiones, como esculturas, túmulos funerarios, etc.

     En definitiva, un museo pensado y en el que se nota la coordinación de todos aquellos que han formado parte en la remodelación, arquitectos, encargados de la disposición museológica, conservadores y departamento didáctico. Esperamos que el MAN esté abriendo la senda correcta para otros muchos y que no se convierta en una rara avis.

¿Y vosotros, habeís visitado ya el MAN después de su reinauguración? Si todavía tenéis pendiente la visita sabed que podéis hacer la visita por vuestra cuenta o contar con visitas guiadas especializadas como las que os ofrecen Los Laberintos del Arte. Sea como sea, esperamos que disfrutéis mucho de vuestra experiencia.

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